domingo, 21 de octubre de 2012

Madre Tierra hecha salud


Plantitas de fumaria, pequeñas flores blancas...
La hierba que está en primer plano, en la maceta, es parietaria.





21/10/12

Madre Tierra hecha salud

...sientes que la Tierra es tu madre,
más que la anciana triste
que espera en el camino,
tu regreso del campo.
Es madre de tu madre
y su rostro es una piedra
trabajada por siglos.”

Digo la mazamorra”, de Antonio Esteban Agüero.
Música, de Peteco Carabajal.

Hoy me celebro en mi amor incondicional hacia mi misma, y celebro la Madre Tierra.

Hasta hoy, he vivido una vida intensa en emociones, de las lindas y las no tanto.

Hace un par de meses, Elita, una yuyera experta, me indicó fumaria y parietaria, dos hierbas para limpiar el hígado.

En el hígado se asientan los enojos no transitados, los resentimientos, los rencores infantiles, las iras, y desde allí contaminan todo el cuerpo.

Según la Teoría de la Relatividad, toda energía se transforma en materia, y viceversa.
E=m.c2, dijo el genio. Así, la energía de nuestras emociones oscuras se vuelve materia, barro biliar, cálculos de vesícula y cosas peores con el tiempo. Pura física y química.

Esta primavera, estoy en un proceso de profunda limpieza interior. Con las hierbas mencionadas y otras más, he hecho pócimas sanadoras...amaaaargo el brebaje, pura clorofila, pura luz de sol y elixires de la tierra hechos materia.
Han surgido a mi consciencia antiguas vejaciones, y pude perdonar y soltar aquello que guardaba inconscientemente en mi cuerpo.
También vi que abajo del rencor y el resentimiento estaba la tristeza, y al poder darme permiso para entristecerme y llorar, voy sanando mis heridas.

Recuerdo haber escuchado en un curso que el meridiano energético de los ojos pasaba también por el hígado (corroborar con gente experta).En este proceso, mi visión ocular ha ido mutando, días en que veo más y días en que veo menos.

El proceso de perdón es fundamental en todo esto: “Lo siento. Perdóname. Te amo. Gracias”. Son mis palabras de cada mañana. Y suelto lo que ya no sirve, los viejos trastos de la mente que invadían mi cuerpo y lo esclavizaban.

En este Día de la Madre, quiero agradecer a la Pacha Mama tanta delicadeza para conmigo, y a mi Madre Interior que me enseña a cuidarme, a contenerme y a amarme día a día con más incondicionalidad.

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