lunes, 14 de noviembre de 2011

Guerrero, una prosa...


Cazando en el bosque....




           Guerrero orixá, danzando a la Luna...




14/12/10


Guerrero
Envuelto en su piel de leopardo, camina ágil y cauto entre la selva sombría que lo contiene.

Sigue atento el andar leve de una gacela joven.

Los trinos nocturnos de los pájaros aliados le indican el rumbo de su presa.

La maroma intrincada retrasa su avance lento y decidido.

Gaia espanta sus miedos, y sostiene, amorosa, su marcha solitaria .

Un gemido, un silencio expansivo. Un frío negro en el pecho.

Alarga, temeroso, su brazo. Toca la piel tersa del animal asustado que tiembla su miedo de muerte. Respira relajado, acaricia con mano suave de amante la gacela hembra hasta que la tranquiliza.

Sus hombros fuertes la cargan rumbo a los fuegos familiares de la tribu. El cervatillo huérfano que encontró ayer tendrá quien lo amadrine.

La resplandor de la luna ilumina en la noche su nobleza bàrbara y universal de hombre de la vida.
En busca de lo mío...
La jornada terminó, es la hora del fuego y las 
conversaciones en comunidad...

El aspecto masculino: "El Guerrero".


Trabajando en el Taller “El viaje del Héroe en la Mujer”, salió esta síntesis personal.
Espero que les sea útil y provechoso en sus vidas.




14/11/11
El aspecto masculino sano, en hombres y mujeres
El Guerrero”






Llamado “el ánimus” por C.G.Jung, es la energía del planeta Marte en nuestra vida.
Es la energía con la cual nos ponemos en acción en busca de nuestras metas y objetivos.
Tiene que ver con nuestra necesidad humana de conquistar nuestro lugar, nuestro espacio.
Es nuestro “olfato psíquico”.





Tiene las funciones de actuar, conseguir, atacar, defender.
Implica el desarrollo de nuestra iniciativa, nuestro emprendedorismo, sin temer los desafíos.
Dice: “Quiero llegar a ….y lo voy a conseguir”!!!.
Es fundamental para ponernos en marcha, para llevar a cabo nuestros sueños, proyectos y motivaciones y alcanzar la autorrealización.







Es probarnos cotidianamente a nosotros mismos para obtener nuestras metas.
Es desarrollar la valentía, el coraje, la ambición sana, el deseo. Ser capaces de correr riesgos para llegar a nuestra meta si es necesario.
Es nuestra energía física en movimiento.
Es el esmero para conseguir algo en concreto.
Es el aspecto humano que nos ayuda a decir “NO” cuando no queremos algo.






Es ejercer nuestra voluntad y nuestro poder personal, nuestra capacidad de decisión.
Es poder afirmarnos en el mundo y salir afuera para conseguir lo que queremos.
Es abrir brechas.
Es ser tenaces, perseverantes, firmes, vivos, con motivaciones.
Agresivo sin ser cruel ni violento, para defendernos.
Es la función “intuición” de Jung ( el Guerrero “huele”).
Se asocia con el fuego, se desarrolla con él.
Cuando hubo un padre débil en su función de corte, y “el guerrero” no se desarrolló ni se cultivó, aparecen enfermedades de variada índole, principalmente el stress (glándula suprarrenal).







Debe trabajarse en todo momento con el diálogo, con la inofensividad, la mansedumbre, las relaciones cordiales, la paciencia, la capacidad de reflexionar, el buen genio, la prudencia y la flexibilidad (“el baile con Venus”).

Dra. Emma Violeta Chauvy Barolin
(Síntesis de diversas páginas de Internet)