domingo, 14 de abril de 2013

Boda


Ella, sencilla, cálida, contenedora. Silenciosa y de oídos abiertos al compañero.

 Él, solícito, viril, alegre, afectuoso. Decididamente decidido.


Dialogando ambos, lentamente, un encuentro de almas. Con idas y vueltas, con marchas y contramarchas.

Con desafíos, con creatividad, con dulzura.


Con amor, fe y esperanzas.

Y nuevas generaciones que hacen del amar una delicia, que renuevan un arte milenario…

Soltando viejos miedos, disipando dudas inútiles.




Comunicándose con gestos, con palabras, con detalles de cortesía humana y divina a la vez.
Exponiendo toda su luz al fuego de las estrellas, para que templen su ser, su espíritu, sus emociones.
Renovando contratos cósmicos, en una fresca alianza de corazones animosos, que recrean, una vez más,  la magia de la vida.