martes, 17 de septiembre de 2013

Dicen que el amor fue inmenso...


                                                        Princesita...otro estilo...!!!
 
 
17/09/13

Dicen que el amor fue inmenso…

Me llegó la historia a través de unos dichos.

El  cacique y la abuela alemana.

Recio, él. Esbelto y de pocas palabras. Llevaba a su tribu por caminos de paz y abundancia, con mano firme y segura. Con un toque dulce en sus ojos grandes. Pacífico y discreto. Y bien dispuesto.

Experta en el comercio y en el cultivo de la tierra, aprendido de los guaraníes, su tribu aparecía como una sombra en el paso obligado de otros pueblos en tránsito.

Ella, bonita y sencilla. Rubia y con ojos que destellaban brillos de agua, coqueta y femenina. De una anciana tía, había aprendido el arte de sanar con la escucha, la palabra y las manos. Serena, en la cocina sus manos alquímicas cocinaban carnes milagrosas y sopas que revivían a los caídos.

Coincidieron, un invierno, en la orilla de un arroyo que hoy llaman del Esquivel.

Los encuentros, respetuosos y frescos, se repitieron. Hasta que un día, allá por la quinta cita, quisieron seguir el camino juntos.

Mi ángel me contó que decidieron legar a una descendiente las mejores dotes de ambas sangres.

La mujercita, hoy, doscientos años después, habita mi casa. Su risa cascabelea tempranera junto a las luces del sol del equinoccio que se acerca con sus flores.

Dicen, que sus ancestros la cuidan con devoción poderosa, y llenan de amor y bendiciones a quienes la acompañamos.

Yo, sé  que es verdad.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Poniendo luz en las manipulaciones


03/09/13

Poniendo luz en las manipulaciones

Las manipulaciones son una forma muy sutil de dominio y manejo de la voluntad y la vida de otra persona pasiva, que se deja manipular. Ambas partes ganan atención, y pierden poder y dignidad.

Con hilos invisibles ejercemos nuestro poder sobre otro ser humano que tiene necesidad de afecto.

Cuando vemos afuera, en otros,  las manipulaciones, y nos molesta mucho, es porque también es un mal hábito nuestro que nos resistimos a ver.

Es usual que depositemos en el poder político el cartel de manipuladores por excelencia. O Cristina, o Moreno, o la oposición, o los medios, o los Estados Unidos o cualquier dictador que ande por ahí se lleva el título de manipulador. Sin atrevernos a ver lo real y profundo: que en nuestro interior también hay un “poder central” que tiene la vieja costumbre de manejar a otras personas.

Es muy desagradable vernos a nosotros mismos como manipuladores, por eso es más sencillo verlo en otros, afuera,  como siempre. Pero es infantil y más desagradable aún quedarnos en la negación. Y mucho más dañoso para nosotros y para los demás.

La enfermedad y la víctima son las formas más frecuentes de manipulación. Estos estados generan lástima y atención. Las personas nos conmovemos ante el necesitado, y nos halaga el ego sentirnos necesarios y ayudar al otro.

El enfermo, la víctima, se perpetúa en el rol, en un círculo vicioso,  salvo que despierte y se vea a sí mismo.

Esto funciona así para las enfermedades físicas, mentales y sociales.

El ser menesteroso es un estado que da lástima, y generalmente se perpetúa el rol. El que da se siente generoso y magnánimo, y el pobre sigue siendo pobre.

Y siempre que se es manipulador en una relación, se es manipulado en otro lugar. Por eso es bueno poner luz en este hábito nefasto en nosotros.

Hay una solución, como ya dije. Es desactivar esta conducta inconsciente en nosotros poniendo conciencia en esta forma de ser. Darnos cuenta de nosotros mismos en estos lugares. Estar atento a no repetirla. Y tomar distancia de quien nos manipula. Para no caer en sus hilos.

Papel, lápiz, y lista de relaciones cercanas. Introspección y examen de conciencia profundo y honesto.

La luz en nuestro espíritu es el camino al dominio propio y a la felicidad.

El Sol viene Asomando