lunes, 25 de junio de 2012

Muela de juicio


25/06/12


Muela de juicio


Hoy me saqué una muela de juicio, y me convocó “la payasa”.


Hace 15 días un tercer molar en extraña posición, como mujer singular que soy, empezó a lastimarme el carrillo.

Llamé a la gentil y joven odontóloga que me atiende hace un par de años, y me dijo que si la muela venía torcida, prefería que un profesional con mas años me la sacara. Me pareció muy humilde y sana su propuesta, ya que tenía una experiencia fuerte de 4 horas y media de extracción de una muela retobada, hace ya mucho tiempo.


Saqué turno con Ramiro, mi antiguo odontólogo, al que había dejado porque tenía muchos pacientes y pocos turnos, mas allá de que lo reconociera como un excelente profesional.


Acá hago stop.

Que cornos tienen los dentistas y sus pérfidos tornos, que hasta los más audaces nos achicamos?

Con una historia personal llena de médicos, reconozco que ir al dentista me hace ruido en la panza.

Será que heredaron la fama oscura de los barberos del medioevo, que te cortaban el pelo y con la misma navaja te sacaban el diente en crudo?

Que es ese halo de miedo que rodea a los que nos sacan el sarro y nos miman los dientes con cepillos ad hoc?

Es que esa jeringa amenazante nos evoca los miedos tórpidos de las vacunas infantiles?


Ya en la consulta, me relajé y me concentré en respirar con el abdomen, mientras Ramiro, que además de odontólogo es guitarrero, y además, además!!!, experto en distracciones profesionales, me contaba anécdotas de musiqueros del pueblo.


Lo real y cierto, es que mi extracción del día de hoy, duró, con anestesia y todo, ¡¡¡escasos 3 minutos!!!

Una mínima fuerza, segundos, y la fatídica muela del juicio estaba afuera.

Con la boca cerrada apretando la gasa sobre la extracción, le hice el gesto del índice y el pulgar unidos, ¡¡¡pipí cucú, señor dentista!!! ¡¡¡ En otra vida, usted fue mago!!!


Lo mejor, vino después.

La extracción me produjo una alegría tal, cataratas de endorfinas mediante, --pienso--, que ya en casa me salió un chamamé y todo.

Espero que alguna cantautora femenina lo cante, y en las bailantas litoraleña este chamamé - payaso haga mover las tabas, y lo mejor sería, para mí, que ir al dentista tenga la buena fama que este cuidado se merece.


La foto es de internet.





Muela de juicio

Cuál será el sutil y extraño beneficio

de sacarme la muela de juicio?


Seré mas juiciosa? Mutaré amorosa

cual gata casera, volveré amistosa?


Me siento liviana, me encuentro campana

de alegre domingo, de lunes de bingo.


Escribo poesía, con la boca mía

cerrada, apretada, como amordazada!!!


Será que se fueron los tiempos bravíos?

Vendrán los momentos de amor en estío?


Cual será la sutil, preciosa , extraña magia

de este dentista que ni da hemorragia?


Y canta y trabaja mi pueblo paceño:

entré cabizbaja y salí sin ceño!


Será poderosa la muela de juicio!!!!

Que me dió alegría¡¡¡solemne artificio!!!



En homenaje a Natalia , Ramiro y a Baldomero Fernández Moreno, de quien aprendí a jugar juntando la ciencia con la poesía....este género se llama “poesía preventiva”...




1 comentario:

  1. EXCELENTE con MAYUSCULA !!!!!!!
    Ricky Glew que aun tiene Juicio y torcido

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