28 de Diciembre de 2011.
Escribí esto hace dos
días, ignoraba acerca del cáncer de Cristina Fernández.
A la luz de los
conocimientos de las nuevas medicinas, un camino posible y seguro
para la salud de la Presidente, es el trabajo integrador de su mundo
emocional, que sin dudas es vasto....como el de todos y todas!!!
Mi ánimo sincero y mis deseos de salud plena para ella desde
mi lugar y mi espacio.
"Namasté", dice el saludo hindú. "El Dios que habita en mí saluda al Dios que hay en tí". |
25/12/11
Lo real
y las apariencias
La
Vida me propuso, hace ya muchos años (desde que nací?), ser el ojo
que mira y ve, el oído que oye, escucha e interpreta, la mano que
toca y siente.
Asumí
con honor y valentía el desafío, y aquí voy, aquí estoy.
Hace
unos días, anduve por Paraná, y dormí en la casa de Cristina D'
Angelo, mi amiga y par en estos caminos de comunidad y amores
sentidos.
Cristina
vive en Estación Parera, un paraje casi rural cerca de Colonia
Avellaneda.
Rodeada
de aguaribays solemnes, álamos atentos y dicharacheros, tacuaritas
coquetas y perros zalameros, Cristina “vive en una postal”, como
ella afirma.
En
un humilde galpón transmutado en digno, acogedor y amoroso hogar,
Cristina y Julián, su hijo, prodigan afecto, reflexión, risas y
abundantes berenjenas con ajo al peregrino... que hoy, soy yo, la
privilegiada...
Hasta
hace un tiempo, teníamos que caminar unos dos kilómetros de broza
para llegar a la ruta y tomar el 22, que nos llevaba a Paraná.
Ahora,
hay otra opción.
Cristina
“La K” , nuestra Presidenta, puso un tren en la puerta de
Cristina “La D”.
Tal
como suena...”de Cristina a Cristina”, como dice “La D ” con
humor y picardía...
Por
la vía, que corre a veinte metros de la humilde morada, pasa cuatro
veces al día un tren. Un tren con tres únicos vagones. Un tren que
lleva gente de Colonia Avellaneda a Paraná, y lo inverso.
"In lak' ech", en maya: "Yo Soy otro Tú".Y la respuesta es: "Hala ken", "Tu eres otro Yo". |
Un
tren que no cobra boleto....sí, un tren gratis!!!
Suena
el pito. Con mi mochila y mis petates, paro el tren con la mano, como
haciendo dedo. Se detiene, abrazo a Cristina, me subo, y parto.
Parto?
Nazco...!!!
Nazco
a una mirada íntima del mundo “K”.
En
mi vagón, somos cinco adultos y cinco niños.
Mis
ojos, que han ejercido la mirada que observa lo real durante mi
estación de médica rural, miran y ven.
Ven
la mujer con cabello corto, herida, acorazada, tímida. Recelosa.
Atenta. Presta al zarpazo si alguien se le acerca. La acompañan sus dos
niñas. Correctas sandalias romanas de plástico barato, negras las
de una, verde petróleo las de la otra. Deliciosas calzas lilas,
femeninas blusitas rosadas. Pudor, encanto, dignidad de ser amadas y
cuidadas.
Una
mujer de unos 50 años, con un niño, me mira y sonríe. Lo peor ya
pasó, me dice con la mirada clara y comprensiva.
Una
chica joven, al lado mío, me hace de vocera e informadora.
El
tren se detiene en el cruce de una calle. Se acerca un Peugeot gris ,
viejo y vetusto. Es el mecánico de la Estación de Paraná, me dice
la vocera. Trae el repuesto que hacía falta. Se había roto una
pieza y "la habían atado con alambre”....literalmente, a la
argentina, con saber criollo auténtico y creativo.
Un
hombre mayor y el guarda ayudan al chofer a cambiar la pieza en
cuestión.
Reanudamos
el viaje, entre traqueteos, aromos radiantes, pajas bravas, curupís.
Se
ven casas pobres, de chapa y cartón, salen niñas a saludarnos con
entusiasmo al paso del tren. Yo lo hice en mi infancia, y conozco la
alegría de saludar a los pasajeros...
Una
sonrisa se dibuja en mi cara, sale sola. Tanta esperanza silenciosa,
tanto pedir al Cielo, tanto ángel comunitario creado por las
pequeñas acciones de amor cotidianas....y este milagro para la gente
de Colonia Avellaneda!!!....y para mí!!!!...y para Cristina y
Julián...y sus amigos y amigas, los que andamos a pie....
“Lo
esencial es invisible a los ojos”, dijo Saint -Exúpery con
lucidez meridiana.
“Lo
real, no siempre se ve a simple vista”, acoto yo.
Las
historias de vida, los valores individuales y sociales, las
emociones, los sentimientos, sólo son visibles para quien mira y ve
con los ojos del corazón.
Lo
aparente esconde verdades profundas que pueden ser develadas cuando
una entra en el tiempo de la pausa, de la reflexión, de la
introspección honesta y clara. Cuando me permito “bajar diez
cambios”.
Y
entonces comienzan las verdaderas batallas, la lucha interior. Donde
mis luces y mis sombras pelean por ganarse unas a las otras. Hasta
que un día deciden sentarse a dialogar. Y se ponen de acuerdo. Y se
hace la paz adentro mío.
Y
empiezo a vivir la paz afuera y alrededor mío.
El camino propio de la vida, que nos une más allá de las creencias, los planes y proyectos de cada uno.. |
En
esta Noche de Paz, los invito a hacer su propia paz, su propio camino
interior, su peregrinaje al más bello de los santuarios: su corazón
humano ,que siente y
ama de verdad.
Emma
Violeta Chauvy Barolin